lunes, 26 de enero de 2015

Venezuela y el mundo respaldan la ciencia hecha en el Ivic

 Terapia con células madre y expediciones antárticas destacan entre sus logros
Su interés hacia la protección de la diversidad biológica también ha sido determinante en la gestión institucional.


Altos de Pipe, 23 de enero de 2015 (Prensa IVIC).-

Ser pionero en Latinoamérica en investigación aplicada con células madre para la regeneración de huesos con fractura, participar en la elaboración de políticas para la conservación del ambiente y sus habitantes así como haber alcanzado el estatus de miembro adherente del Tratado Antártico gracias a ocho expediciones consecutivas al polo Sur, han proyectado al Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) en el ámbito nacional e internacional, con notables resultados.

La Unidad de Terapia Celular del Ivic, galardonada con el Premio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2014 Mención Grupo de Investigación Consolidado, ha efectuado hasta la fecha 19 tratamientos experimentales gratuitos en colaboración con el Hospital Universitario de Caracas.

Hasta ahora, es la única de su tipo en América Latina que ha avanzado a la fase clínica de la experimentación con células madre, las cuales tienen la habilidad de generar todos los tipos de células del organismo. También conocidas como stem cells o células troncales, las células madre son fuente potencial para la reparación de tejidos, según lo demuestran los ensayos realizados con animales.

El primer implante de células madre en el país se llevó a cabo en el año 2010 en un paciente de 83 años de edad con doble fractura en su tibia y peroné. El último caso -y primero fuera de Caracas- se efectuó en el estado Mérida a un paciente masculino de 32 años de edad con fractura de fémur. La intervención quirúrgica se concretó en el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes.

Más que verde, sano
Desde su fundación el 9 de febrero de 1959, el Ivic ha dirigido sus esfuerzos al desarrollo de investigaciones básicas, orientadas y aplicadas en diversos campos del saber, formando talento humano altamente especializado y ofreciendo servicios de calidad a usuarios particulares e instituciones públicas y privadas. El ambiente y sus múltiples seres vivos ha sido una de sus mayores preocupaciones.

Entre las contribuciones del Instituto se encuentran la instauración del primer posgrado de Ecología del país, asesoría sobre protección ambiental frente a derrames petroleros, estudios de productividad de las sabanas, conocimiento de los manglares y bosques, biología marina, calidad del suelo, ecología de interacciones planta-animal, y conservación de la biodiversidad con herramientas moleculares y sistemas de información geográfica.

La primera evaluación global de ecosistemas en ambientes terrestres, marinos, acuáticos y cavernícolas, que pudiera estar culminada para el año 2025, utilizará categorías y criterios de riesgo generados desde Venezuela -específicamente por expertos del Ivic- y adoptados formalmente en Suiza por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como sistema para crear Listas Rojas de Ecosistemas. El estudio que dio origen a ese aporte ganó el Premio Nacional de Ciencia y Tecnología al Mejor Trabajo Científico, Tecnológico y de Innovación Mención Ciencias Naturales 2007.

Asimismo, el Ivic custodia 17 colecciones biológicas inscritas en el Registro Nacional de Colecciones Biológicas, creado por resolución del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente con el fin de promover la recopilación, sistematización e intercambio de información sobre biodiversidad.

Alianza polar
Venezuela llegó por primera vez al continente antártico en el año 2008 y desde entonces, ha organizado ocho expediciones científicas al continente blanco con el apoyo de países como Ecuador, Uruguay, Chile, Brasil y Argentina.

A pesar de los miles de kilómetros de distancia, la tierra austral resulta de gran interés nacional. Ambos ambientes están rodeados de costa, mar y océano; por lo tanto, tienen ciertas similitudes en cuanto a diversidad biológica, ecosistemas, clima, entre otras variables, lo que posibilita el desarrollo de investigaciones complementarias que puedan ser replicables en Venezuela.

La Antártida se ha convertido en una especie de laboratorio natural usado para comprender la historia terrestre y estimar futuras transformaciones del clima mundial. Suramérica es el continente más cercano a la Antártida; por eso, es de esperar que sea el más afectado por los cambios que se producen en la zona.

Adicionalmente, los estudios antárticos constituyen una plataforma para la integración latinoamericana, en especial con aquellos países con bases científicas instaladas en la región.

Tras la publicación de la Ley Aprobatoria del Protocolo al Tratado Antártico Sobre Protección del Medio Ambiente en mayo de 2014, Venezuela obtuvo el estatus de Miembro Adherente del Tratado Antártico, acercándose cada vez más a su aspiración de convertirse en Miembro Consultivo del Tratado Antártico, es decir, con voz, voto y veto en las deliberaciones.

Una laguna antártica, situada en la isla Dee, fue bautizada por especialistas venezolanos y ecuatorianos con el nombre de Mariscal Sucre, en honor a la participación del prócer criollo Antonio José de Sucre durante el proceso independentista de ambas naciones.

La octava expedición científica a la Antártida empezó a finales del año pasado con la salida de la primera etapa, cuyo objetivo fue recolectar muestras de fósiles mamíferos Metatheria y Gondwanatheria para indagar sobre las afinidades de estos ejemplares de la isla Seymour, donde funciona la Base Marambio de la República Argentina. La travesía continuará en los próximos días.

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