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Autor: Borroka garaia da!
1- Dios y viejas leyes. El PNV en plena crisis capitalista de la que es co-responsable, se ha impuesto en la Euskal Herria occidental y es la primera fuerza de la oposición en Nafarroa Garaia. Durante cuatro años, gran parte de la estrategia a nivel nacional de la izquierda abertzale ha girado en torno a seducir al PNV causando el desencanto de buena parte de la base social de izquierdas y abertzale e impidiendo nuevos horizontes de acumulación por la izquierda cuando las condiciones eran óptimas para ello. Mientras tanto, el PNV sabiamente se ha dedicado a asediar y atacar a su enemigo de clase: La izquierda abertzale. Aumentando con ello horizontes de acumulación por la derecha.
2- Partes de la pequeña burguesía vasca y el academicismo, obcecados en una unidad de fuerzas entre PNV y EH Bildu de cara a un proceso soberanista , está cerrando posibilidades para precisamente abrir un proceso soberanista al no tener en cuenta otras variables estratégicas como la unidad de fuerzas del pueblo trabajador vasco y su seducción en ese camino.
3- La base social del soberanismo de izquierda, y muy especialmente de la izquierda abertzale, está mucho más a la izquierda que sus representantes.
4- En Nafarroa Garaia no ha caído el régimen. Ha caído UPN pese a seguir siendo la primera fuerza. Es ahora cuando los posibles nuevos gestores del régimen, y sobre todo la sociedad organizada, tienen que demostrar más rebeldía y audacia que nunca para dejar el régimen atrás. De lo contrario, el proceso puede ser similar al de Gipuzkoa.
5- Pese a que Geroa Bai es la primera fuerza de la por ahora oposición, EH Bildu y Podemos suman prácticamente el doble que Geroa Bai y a parte está I-E. Es la clase trabajadora y la sociedad organizada de una forma abierta la que debe liderar el cambio y no debates de despacho a puerta cerrada ni personalismos.
6- Los números en frío del soberanismo de izquierda:
En las elecciones forales de la CAV se ha perdido la diputación de Gipuzkoa y votos en todos los herrialdes llegando casi hasta 70.000. En el parlamento foral de Nafarroa teniendo en cuenta que en el 2011 Aralar estaba integrada en Nabai y ahora lo está en EH Bildu, se podría hablar de un estancamiento.
En las elecciones municipales en la CAV se han perdido bastantes ayuntamientos y los votos perdidos llegarían también casi hasta 70.000. Gipuzkoa, donde se acaparaba el mayor poder de gestión ha sido la mayor perjudicada. En Nafarroa Garaia por el contrario se ha producido un avance electoral a nivel municipal.
En Nafarroa garaia existía “una misión”.  Donde no la hay o no se tiene claro, la gente al final tiende a quedarse con el original.
7- En Hego Euskal Herria, PSOE y PP siguen bajando. ¡Adelante y que siga decayendo!. Ojo a los posibles pactos de Ciudadanos, VOX y UPyD para gobernar las escaleras de sus respectivos edificios. Podemos ha tenido unos buenos resultados pero a distancia de lo cosechado en el estado español.
8- Pese a cierto retroceso de EH Bildu, aun teniendo en cuenta las posibilidades abiertas en Nafarroa Garaia, sigue existiendo una base extensa desde donde poder realizar recuperaciones y nuevos avances, pero para ello la estrategia y la táctica van a necesitar remodelaciones que puedan hacer que el proceso de liberación nacional y social salga del impasse en el que se encuentra mediante una ofensiva político-social en base al poder popular vasco y la rebeldía/subversión.
9. Las CUP en Catalunya han multiplicado por cuatro el número de concejales y triplica el número de votos de hace cuatro años.
10. Hace cinco meses hacía un análisis de cómo creía que estaban las cosas a nivel electoral ante tanto sondeo que nos estaban poniendo delante de las narices. En cuanto a EH Bildu escribí esto:
“El primer aviso de estancamiento fue en las europeas. Escribía tras esas elecciones que “Iniciativa Internacionalista, EA y Aralar sumaron el 19% en las elecciones del 2009. EH Bildu ha tenido unos resultados milimétricamente calcados a la suma porcentual de esas formaciones hace cuatro años con lo que se podría suponer que aporta Alternatiba. Es decir, esta vez no ha habido avance ni efecto multiplicador. De ahí se pueden extraer dos conclusiones. Que una parte del electorado activo del soberanismo de izquierda esta vez no le ha votado posiblemente por cierto desencanto y que no se ha sabido acumular a la izquierda del PNV, PSOE y PP pese a la irrupción de una bolsa de votos muy destacable en ese sentido al calor de la crisis. Izquierda Unida ha pasado del 1,9% al 5,8%, y el nuevo partido Podemos alcanza el 6,78% en Euskal Herria sur. Un porcentaje nada despreciable.”
Creo que desde las europeas hasta hoy, del estancamiento probablemente se haya pasado ya a la bajada porcentual especialmente en la CAV. Y justo en el contexto objetivo que se había soñado siempre. El derrumbe del españolismo, el estancamiento e imposibilidad de expansión del PNV y la crisis generalizada del capitalismo y el régimen español.
Razones para ello seguramente se encuentran en la dependencia institucional dañina hacia el PNV dándole la llave de la iniciativa política, cosa que en Nafarroa Garaia no se sufre de la misma manera al no darle ya de un tiempo a esta parte al PSN semejante capacidad de movimiento. A un envejecimiento y agotamiento total de la estructura institucional del soberanismo vasco detectado muy tarde y que no ha sabido salir del convencionalismo entrando en políticas caducas basadas en el “acuerdo” institucional y no en la confrontación y la lucha popular.
Esto entre otros factores relacionados con el “nuevo tiempo” ha producido un desencanto en sectores del soberanismo de izquierda vasco y ha imposibilitado un crecimiento por la izquierda cuando todos los factores hubieran propiciado que hoy EH Bildu pudiera haber aunado casi todo el desapego social existente hacia el sistema encauzándolo hacia una alternativa definida. La moderación, el conservadurismo y no tomar riesgos ha ido en contra.
Para revertir esta tendencia, antes que EH Bildu, el propio Sortu debería salir de lo obsoleto y tener una fuerte remodelación y regeneración encaminada a la construcción de una unidad popular, que no partido al uso,  que verdaderamente aúne a todos los sectores independentistas y socialistas de este país con mecanismos de participación y decisión internas que mimetizen el proceso similar necesario para que Euskal Herria decida en todos los campos. Siendo Sortu un punto de encuentro no de ninguna estrategia sino de los independentistas y socialistas revolucionarios de este país que diseñan estrategias, las compartan o no compartan en diferentes grados evitando así el discurso único y lo obligatorio de lo homogéneo, sin dejar espacio a los personalismos y a lo endógeno ni que el peso de la estructura caiga como una losa sobre la masa social acotando la imaginación, la divergencia, la inteligencia colectiva y en definitiva la frescura. Y en EH Bildu más de lo mismo.
Mientras, como decía un colega, el desafecto con la política parlamentaria sigue creciendo en la clase trabajadora, la ausencia de movimiento mina el enganche social, no empatizar con las nuevas (y algunas viejas) generaciones está abriendo una brecha.
Las pistas creo que siguen estando en los valores y enseñanzas del movimiento popular vasco y tener siempre presente que ninguna organización ni partido por muy grande que sea o por muchos votos que pueda tener podrá solventar los problemas de la clase trabajadora vasca, que es ella sola la que puede hacerlo y por tanto lo prioritario es ella. Mas allá de la propia apuesta institucional, el propio MLNV en todas sus estructuras (y en nuevas que muy necesariamente deben aparecer) así como en sus actividades, es el que verdaderamente necesita reagruparse y  resituarse ante las condiciones objetivas existentes.”

El proceso revolucionario de Nicaragua demostró que la imaginación de la humanidad, de la mujer y el hombre, debe liberarse, cobrar poder. Los rebeldes tienen que seguir siendo rebeldes después de la toma del poder. Más que antes, incluso. Los rebeldes deben ser flexibles, críticos y autocríticos; poner todo en duda hasta que no se compruebe su efectividad. Si el revolucionario no es rebelde, no puede ser revolucionario nunca. Y si el rebelde no es revolucionario es preciso hacer lo posible para que se transforme en un revolucionario. El revolucionario es un rebelde organizado colectivamente. En este ámbito, los sandinistas fueron muy imaginativos. No había nada de ortodoxia. En 1980, producto de la inmensa campaña de alfabetización realizada, el sandinismo terminó por ganar el corazón de su pueblo. Eso luego sufrió cambios debido a algunos dirigentes sandinistas que se desprendieron del propio sandinismo y porque la guerra y su costo en vidas fue feroz. Las cifras en este sentido son opacas y dolorosas en un país que cuando se llegó al poder contaba con menos de tres millones de habitantes. Los años más duros de la guerra corrieron entre 1982 y 83.