martes, 30 de septiembre de 2014

“Chuo”, la nueva cara desacertada de la MUD



Ahora este capítulo de la MUD lo interpreta como actor estelar Jesús “Chuo” Torrealba. Aunque su antecesor tiene un perfil con mucha mayor cordura en el ejercicio de la política, no es casual que ante semejante crisis de unidad que atraviesa la “mesa”, opten por colocar como su principal vocero y coordinador a un bodrio en persona, a un experto de habladera de tonterías en contra del gobierno.

No todo el análisis es descalificatorio per se, describen la forma de actuar de este personaje que para nada es dirigente de la derecha, pero que sí ha servido de instigador en el campo de la comunicación de acciones violentas e incitaciones de manifestación de odio contra todo lo que sea de la Revolución, por lo que no puede describirse como un periodista crítico en su hoja curricular y mucho menos puede considerarse de izquierda, aunque haya militado en el Partido Comunista de Venezuela; es por el contrario un defensor acérrimo de todo lo contrarrevolucionario con inclinaciones hacia lo radical. En ese afán puede venderle el alma al diablo.

No es casual que justo en este momento el perfil más relevante para ocupar el puesto de secretario de la MUD sea el de un comunicador como Torrealba. Pareciera una jugada inteligente, porque habría éste de conocer las formas de mantener caliente las filas de la derecha y sus seguidores por la denuncia constante sobre las acciones y políticas de gobierno, pero considero que pecan de incautos. Al principio pudiera funcionar dicha agitación y activación tan esperada por algunos de los sí dirigentes de la “mesa”, debido a que lo primero que hizo el nuevo secretario fue convocar a manifestación, hecho que luego fue pospuesto.

Ya se le ven entonces las costuras sobre que intentan aprovecharse de la situación económica del país para debilitar a la Revolución. Esta estrategia pudiera agotarse muy rápido, al igual que el liberalismo radical de Chuo, porque ya sabemos que la fórmula guarimba tiene el rechazo de la mayoría de los venezolanos, y los del pueblo llano que no apoyan la Revolución no dejarán llevarse otra vez a los confines de una masacre, de mano de sus francotiradores, y mucho menos al enfrentamiento de pueblo contra pueblo. Torrealba representa entonces una figura similar a la Carlos Ortega en inicios de 2002, pero habría que preguntarse: ¿es eso lo que quieren los contrarrevolucionarios? No lo creo.

Aunque Aveledo diga que trabajará bajo la coordinación de Chuo gustosamente, creo que el consenso sobre el nuevo nombramiento está regido por la imperiosa necesidad de las organizaciones políticas que integran la MUD de pasar a la ofensiva mediática, puede ser para algunos una necesidad coyuntural, así como lo han sido las candidaturas de Henrique Capriles. Vale la pena entonces preguntarse si Jesús no será otro muerto al que visten y exhiben y luego se les hará difícil solaparlo cuando salga de control. ¿Será que le preparan el escenario para que termine como Leopoldo o María Corina? Todo es posible.
Este señor registra de popular sólo unos cuantos programas en algunos barrios que presentaban algún problema de cloacas o de algún otro servicio, utilizando la voz del pueblo, no para hacer denuncias constructivas o hacer llamados de atención, sino para alimentar el odio de los pocos miles de televidentes que podían soportar una hora viendo su programa en Globovisión. Hago este comentario porque algunos lo defienden por popular y en su discurso intenta, como siempre, acercarse a los pobres, pero la matemática es perfecta.

Pudiéramos sacar la cuenta de cuántos de sus entrevistados han sido efectivamente de los barrios que ha visitado y asumiremos como normal que hayan opositores, aunque pocos existen en los sectores populares de Venezuela y que además tienen legítimo derecho a la denuncia pública. Entonces, ¿es con esa arma con la que cuentan?, ¿es dicha trayectoria la determinante para escoger al amarillista (en términos periodísticos) de Jesús Torrealba como principal vocero de la oposición venezolana? Da vergüenza responder estas preguntas. Se volvieron a equivocar y, no por sabios, pudiéramos adelantarnos a los acontecimientos que viviremos de parte de su organización en los próximos meses: declaraciones permanentes denunciando al gobierno central de cualquier cosa, convocatorias permanentes de movilizaciones con saldos violentos, enfrentamiento de opinión pública sobre los temas económicos, acusaciones a dirigentes de la Revolución de cualquier cosa obscura, pudieran desatarse incluso las guarimbas nuevamente mientras se mantiene el doble discurso del diálogo, exigencias explícitas al presidente Maduro sobre acciones de gobierno, entre otras. Todas llevan al camino de su sepulcro político por lo insostenible de esta agenda repetida, que aunque puede ser más enfática en los manejos de la opinión pública internacional sobre Venezuela, sigue siendo desestabilizadora y, por ende, una vez más obligada al fracaso. Ya lo hemos visto, ya lo hemos vivido y estamos preparados para derrotarlos.

La MUD se encuentra frente a un pueblo organizado que avanza en la construcción de sus comunas, organizados en partido y resistiendo heroicamente a la arremetida económica y a intenciones injerencistas, como las de Obama en la ONU exigiendo se libere a un criminal que se entregó a la justicia venezolana, tras un saldo de más de 40 fallecidos producto de sus llamados a la violencia. El pueblo no reclama la liberación de Leopoldo, el pueblo está haciendo cambios desde abajo para transformar sus propias realidades. Todo coincide: una agenda interna con reflejos en la ONU, ahora Obama habla por los venezolanos pero no menciona a las víctimas de los sucesos desatados desde el 12 de octubre y mucho menos las víctimas de Capriles del 15 de abril o de los golpistas. Nada, su fe está puesta en Leopoldo y para ello sirva entonces Jesús Torrealba, pero el pueblo está más listo que nunca transitando en el legado de Chávez junto a Maduro, que es antiimperialista y apegado a los valores de la paz y convivencia ciudadana para superar la crisis que sea, como ya lo hizo en abril de 2002. Agenda golpista contra agenda de paz victoriosa por demás.

Jhonathan Sánchez
Periodista
@jhonathansanche

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